Belén Rodríguez Soto, graduada en Economía y con la carrera de Física casi terminada, consiguió una de las dos becas de verano destinadas a estudiantes de campos ajenos al mundo científico-tecnológico. Antes de comenzar el máster en Desarrollo Económico e Innovación de la USC el próximo curso, nos habló de su experiencia como economista en el instituto y de sus planes de doctorado en el futuro.
Por Alfonso Alonso
P: ¿Qué es la Física para usted?
R: Es la ciencia más básica, aquella que te ayuda a responder las preguntas más fundamentales. Ayuda a saciar la curiosidad humana y además te permite resolver problemas de otros campos del conocimiento.
P: ¿De qué forma podemos relacionar la Física con el mundo de la Economía?
R: Creo que hablar de Física y Economía es hablar de ciencia básica y aplicación. Fundamentalmente creo que la conexión entre ambas está en la transferencia, en términos de los impulsos tecnológicos, y la innovación que se le puede dar desde ahí.
P: ¿Conocía el IGFAE?
R: Sí, en Física tuve profesores que eran del instituto y desde 2017 cuando le dieron el reconocimiento de Unidad de Excelencia María de Maeztu. Creo que así consiguió mayor relevancia porque antes estaba un poco mezclado con la Facultad de Física. El IGFAE es un centro de talla mundial. Siempre me he preocupado por conocer las instituciones que forman parte de la USC (Universidade de Santiago de Compostela).
P: Cómo conoció las bolsas de verano del instituto?
R: Una profesora con la que tengo muy buena relación en la Facultad de Economía me avisó de que había estas becas. Gracias a eso, dos días antes de que acabase el plazo me puse a actualizar el currículum, a escribir la carta de motivación y presenté mi solicitud.
P: ¿Esperaba resultar seleccionada o no tenías grandes expectativas?
R: Yo creía que por mi expediente y currículum podría encajar bien en el instituto. No pensaba que fuera a ser seleccionada con una probabilidad altísima pero sí tenía la esperanza puesta ya que había dos becas para gente de NO-STEM.
P: ¿Qué hizo en el centro a lo largo del mes?
R: Elaboré un informe de potencialidades del instituto y detección de fortalezas que tiene para la transferencia tecnológica y su aporte al desarrollo socioeconómico. Investigué bastante en internet y leí la documentación que me aportaron en el instituto.
P: Como principal fortaleza del instituto, ¿qué destacaría?
R: El capital humano que tiene. Son investigadores de primera categoría a nivel internacional.
P: ¿Y puntos de mejora?
R: Creo que deben mejorar la cantidad de mujeres que tienen trabajando el instituto: eliminar esa brecha de género que hay en el mundo de la Física y, también, estrechar vínculos con la industria que tienen a su alrededor y generar industria nueva.
P: Hablemos de retos, ¿cuáles fueron sus principales obstáculos?
R: Desde luego, llegar a un organismo nuevo en un mes como julio, que es complicado, después de un curso académico intenso e intentar realizar un buen trabajo en un tiempo tan reducido.
P: ¿Qué es lo que más le ha gustado de toda esta experiencia?
R: Tener la oportunidad de estar en un instituto tan relevante como este y de iniciarme en un mundo al que pretendo dedicarme en el futuro.
P: Finalmente, ¿En qué medida ha incrementado esta experiencia su valía como investigadora?
R: Ha sido una experiencia enriquecedora que me ha permitido conocer cómo funciona por dentro un centro de estas características. Sin embargo, todavía es pronto para hablar de puertas abiertas, pero en el futuro sí que me podrá resultar positiva.